Comienza el verdadero camino a la promiscuidad (III)
El tiempo había pasado normalmente; como de costumbre. Comencé ha hablar con Alex, hablábamos casi todo el tiempo y me gustaba mucho hacerlo, es decir, el era demasiado gracioso y en la noche podíamos conversar hasta por tres horas seguidas, Camilo me había estado preguntado ¿Hablaste con mi primo? Yo le había dicho que sí, pero nada fuera de lo usual, el me dijo que eso le parecía bien, Alex no hablaba nada con Camilo sobre mi, ellos no se veían casi, Camilo trabajaba en la tarde y llegaba muy entrada la noche, cansado y se acostaba de inmediato a dormir mientras que Alex trabajaba en la mañana; pero llegaba mucho mas temprano a la casa, a eso de las seis, Camilo por otra parte podía llegar hasta las diez de la noche y la verdad era que muchas veces no hablábamos por eso. Yo me enfocaba mucho en mis estudios, era alguien demasiado difícil de persuadir para que no cumpliera con mis deberes, en el colegio los muchachos que ya se iban a graduar eran muy guapos y todos se veían bast...